Ya va siendo hora de escribir algo serio... Más o menos.
Passendale (Bélgica) es un pequeño pueblo cercano a Yvres que ronda los 3000 habitantes, conocido por su queso... Y por la
batalla de la
Primera Guerra Mundial, por la que se la conoce más por el nombre de
Paschendaele. Para octubre de este año, se estrenará una película sobre el tema en Canadá, que, por supuesto, yo no he visto.
Si me suena de algo esto de
Paschendaele es por Iron Maiden y su disco Dance of Death (2003) en el que le dedica una canción. Para mi sorpresa, que cuando empecé a escucharla estaba estudiando la
Primera Guerra Mundial, ésta se trata de una de las batallas más terroríficas de la Gran Guerra.
Esta batalla corresponde, en concreto, al 1917 (octubre-noviembre), coincidiendo con las grandes ofensivas por parte de franceses y alemanes. Ésta fue una de ellas, en la que, aunque carecía de valor estratégico (los aliados abandonaron el terreno ganado cuatro meses después para redistribuir sus tropas), los franceses intentaron abrir una brecha entre el ejército germano y tomar poder de esta aldea para abrirse paso hasta las bases de submarinos de Alemania. La clave de que esta batalla se desarrollara de una manera tan traumática es, seguramente, las condiciones del terreno: aunque durante la batalla hubo periodos de tiempo sin lluvia suficientes para secar parcialmente el terreno, la zona se considera prácticamente un lodazal, completamente encharcada incluso cuando no llueve. Los bombardeos previos por parte del ejército británico habían dejado el terreno impracticable, y las pesadas lluvias que habían precedido a la batalla no colaboraron a la hora de mejorar la ecuación.
Como resultado, ese "último empujón" que esperaba darse para decantar la guerra del bando de los aliados, acabó siendo una auténtica catástrofe: tragedias como el Katrina o el 11-S (ya van 7 años) pueden parecer una nadería comparadas con este suceso: Medio millón de bajas (140.000 de ellas muertes) en el lado aliado (con Francia y Reino Unido a la cabeza, a demás de Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Sudáfrica), y casi 350.000 en el ejército alemán. Hablar de ellas de esta manera es una estupidez, porque tal cantidad de vidas se han visto reducidas a poco más de seis cifras por bando, y corremos el peligro de restarle importancia... Lo más triste de todo es que la mayoría de muertos perecían ahogados en el barro, por las ya citadas condiciones del terreno: 90.000 cuerpos sin identificar en el bando británico, y 40.000 que nunca se encontraron...
Como resultado, los franceses avanzaron su frente 8 kilómetros... En resumen, es fácil saber quién fue el ganador: en batallas de estas magnitudes, nadie gana. Por mucho que se empeñe cada bando, es imposible ganar una guerra, porque en balance todos pierden, por... ¿orgullo? ¿principios? No lo sé...